Sigue a Jesús. Lucas 9:23 “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. “Niéguese a sí mismo” esencialmente este concepto se refiere a la gobernabilidad de la vida de un creyente ¿Quién determina el rumbo de tu acción, quién te dice qué hacer y dónde ir? Es una  invitación a adaptar tu corazón y mente al propósito de Dios, esto se llama "morir a sí mismo." Es un llamado a la entrega absoluta. "Tome su cruz cada día, y sígame" No se refiere a lo que muchos interpretan  como parte de la carga que deben llevar en su vida: una enfermedad física, una relación ingrata, un empleo poco satisfactorio, etc.; hay quienes con  autocompasión dicen: "Esa es la cruz que me tocó llevar."  En el tiempo de Jesús, la cruz representaba  la muerte tortuosa, ya que los romanos forzaron a criminales condenados a llevar su propia cruz hasta el lugar de la crucifixión, llevar una cruz significaba llevar su instrumento propio de ejecución. “Tomar la cruz, es la disposición con que el verdadero discípulo de Cristo ha de seguir a su Señor, y estar listo para morir, si es preciso por su causa” (Matthew Henry) La cruz es símbolo de la redención, el amor, la gracia, el perdón y la salvación. “Tomar tu cruz” es algo que debe ocurrir en los pensamientos, cuando vienen pensamientos que no son agradables a Dios, por ejemplo un pensamiento de queja o inmoral debes negarlos enseguida. Tu mente debe estar alerta y en guardia ante una tentación o propuesta de Satanás, decide negar con firmeza ese pensamiento, no lo dejes entrar a tu corazón.

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