Soy del Israel de Dios. Si has creído en Jesucristo para salvación, entonces debes considerarte parte del pueblo de Dios, un verdadero judío israelita, un hijo de Abraham (Génesis 12:1-3) y heredero de las promesas del mesías “En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza. Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo” Efesios 2:12-13. Esto le decía el apóstol Pablo a los santos y fieles en Cristo que habitaban en Éfeso, ciudad de Lidia, en la costa occidental de Asia Menor, mostrándoles la miserable condición de todos los que somos de procedencia gentil (no judíos) y a la vez nos informa el glorioso cambio que fue operado en ellos y también en nosotros a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Jesús vino a salvar al “Israel espiritual”, la iglesia, el pueblo de Dios, conformado por judíos y gentiles que aceptan a Jesucristo como Señor y salvador. Lo que realmente importa es lo que se lleva en el corazón, no en el cuerpo, cuando Pablo habla de "Israel" como pueblo escogido de Dios, dice específicamente que por "judío" no quiere significar un judío nacional o étnico, sino una persona que está convertida de corazón, sea judío o gentil (Romanos 2: 28-29). Requieres aceptar de todo corazón la invitación de Jesús a ser tu salvador, ser completamente fiel y obediente a la Palabra de Dios para que puedas cambiar tu manera de vivir y te conviertas en un “conciudadano de los santos, y miembro de la familia de Dios" (Ef. 2:19), sino no podrás entrar al reino de los cielos.
#SomosCruzadaCristiana#IglesiaCaguaCruzadaCristiana#Cristoviene#tiemposdelfin#TeamoJesús#IglesiaenVenezuela#HacedoresdelaPalabra
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario