Estamos sellados
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”. 2 Timoteo 2:19 RV1960. Cuando Dios conoce que tú eres genuino, un verdadero creyente, te pone un sello, es una marca de algo privado, porque le perteneces. Este es un sello de amor, quienes lo tenemos debemos limpiarnos cada día más, puesto que no podemos tener comunión con la luz y las tinieblas a la vez; si quieres ser sabio anda con sabios, si necio anda con necios, “Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él” Eclesiastés 8:6. El sello no es solamente una marca de identidad, sino también una garantía de la protección divina (Efesios. 1:13-14). Los que invocan el nombre de Cristo requieren retirarse de iniquidad, según el diccionario académico, iniquidad significa maldad e injusticia grande; esto pone en evidencia a un creyente. Hay muchos que conocen la Palabra de Dios y se congregan pero no se han apartado de iniquidad, Dios no les permitirá continuar con la falsa, llegará el momento en que el Espíritu Santo hará que se aparten y se determinen a ser íntegros; esto será con gran dolor. Nos apartamos de toda iniquidad porque creemos que la resurrección es una realidad que nos espera.

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario