miércoles, 11 de septiembre de 2019

El corazón que conquista


La actitud del Conquistador


En este tema vamos a aprender a tener un corazón y una actitud de conquistadores, necesaria para alcanzar las promesas que Dios ha señalado para nuestras vidas, para la iglesia y para la nación. También veremos las actitudes de los personajes quienes estuvieron involucrados en el proceso en el que el pueblo de Israel cruzaba el Jordán para conquistar la tierra prometida.
Deuteronomio 9:1-6 Dios destruirá a las naciones de Canaán
v.1-2  Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; 9:2  un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?
Las naciones numerosas y poderosas, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo, representan un conjunto de adversidades o fuerzas contrarias a la toma de la promesa de Dios. En ese momento, Moisés el líder del pueblo, había mandado a observar la tierra a conquistar y sus habitantes, y del grupo de 12, 10 fueron temerosos y se acobardaron por lo grandes y fuertes que eran los anaceos ya que medían 9 codos aproximadamente 4.5 m, más 2 quienes fueron Caleb y Josué vieron la tierra con esperanza describiéndola como “tierra donde fluye leche y miel”. Núm 13:30  Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
Pasar el Jordán indica que es el momento profético oportuno para lograr alcanzar las promesas y ejecutar la palabra que Dios ha dado a nuestras vidas y a la iglesia. El  momento de pasar el Jordán es ahora, pues el Espíritu ha determinado que este es el tiempo para cruzar el Jordán o dejar atrás una estación o etapa de latencia (espera, retardo, postergación, es lineal no hay un crecimiento significativo pero tampoco muerte o descensos, solo es una espera) hacia una etapa nueva. La etapa de espera de Israel fue de 40 años, retraso que fue ocasionado por varios factores:
La rebelión por impaciencia: Deu 9:7-8  Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. El pueblo de Israel se rebeló creando un becerro de oro para adorar a Dios mientras su líder Moisés estaba en la presencia de Dios para bajar las tablas de la ley que debían obedecer. No quisieron esperar el método o las indicaciones que Dios estableció para adorarlo sino que en su impaciencia y soberbia crearon sus métodos y leyes para adorar a Dios.
La rebelión contra la autoridad: Núm. 16:3 Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?, Coré junto con 250 personas se levantaron en contra de Moisés y Aarón queriendo tomar la autoridad que les fue delegada por Dios en soberbia y su fin fue de muerte, Dios abrió la tierra y tragó sus casas y todas sus cosas.
La rebelión por la murmuración: Núm 11:1   Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. El pueblo se quejaba por el maná y decía que era mejor la servidumbre en Egipto, Dios al oír esto se enojó y muchos murieron y no permitió que esa generación conquistara la tierra prometida. A Dios no le importa esperar 1 o 2 o 40 años, lo que le importa es que el corazón del pueblo sea correcto y determinado para conquistar. La recomendación es no murmure, no se queje del maná que Dios provee hoy para su vida, porque es mejor comer maná agradecido y conquistar la tierra, que quejarse y no tener la promesa de Dios.
La rebelión por ambición: Jos 7:3-5  Y volviendo a Josué,  le dijeron: No suba todo el pueblo,  sino suban como dos mil o tres mil hombres,  y tomarán a Hai;  no fatigues a todo el pueblo yendo allí,  porque son pocos. Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres,  los cuales huyeron delante de los de Hai. Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres,  y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim,  y los derrotaron en la bajada;  por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua. Israel tuvo su primera derrota en batalla a causa de que Acán uno de los guerreros tomó ídolos para sí. Esta ambición hizo que murieran 36 hombres, y que el pueblo perdiera fuerza y esperanza para seguir conquistando.
Deu.  9:3-5  Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho. 9:4  No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. 9:5  No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.

·         Nuestra condición: Sal 103:14-16  Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. Somos temporales (en esta vida a menos que Cristo venga y no pasemos por la muerte primera), limitados ya que nuestro alcance tiene fronteras de lugar, tiempo y espacio, pecadores la cual es la condición humana de rebelión de nacimiento. En fin, no somos Dios, simplemente somos sus criaturas la cual por su amor y misericordia hemos sido adoptados como hijos de Dios dándonos un lugar, una posición y una identidad. Para comprender un poco más de la condición humana, vamos a profundizar en algunos de las actitudes que tuvo el pueblo de Israel durante el proceso de conquistar la tierra prometida.

Fotos de Grupos Vida de la Iglesia Cruzada Cristiana Cagua



1) Pastora Luisa Ramírez enseñando a grupo vida de 12 personas


2) Lucía Diamond líder de grupo vída


3) Ingrid de Abreu dando curso de Pintura en Creyón y Principios de Vida

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