miércoles, 24 de octubre de 2018

 Cuida tu Iglesia

Que el amor sea el árbitro de sus vidas, porque entonces la iglesia permanecerá unida en
perfecta armonía.”Colosenses 3:14

Te toca a ti proteger la unidad de tu iglesia.

La unidad de tu iglesia es tan importante que el nuevo testamento presta más atención a ella que el cielo o al infierno. Dios desea intensamente que experimentemos la unidad y armonía unos con otros.
La unidad es el alma de la comunión. Destrúyela y arrancaras el corazón del cuerpo de Cristo. Es la esencia, el núcleo de cómo Dios quiere experimentemos juntos la vida en su iglesia. Nuestro modelo para la unidad es la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Están completamente unificados como uno. Dios mismo es el ejemplo supremo del amor sacrificado, de la humilde consideración hacia los demás y de la armonía perfecta. Al igual que todo padre, nuestro padre celestial se regocija viendo como sus hijos se llevan bien entre sí.

La escritura indica: “esfuércense por mantener la unidad del espíritu en el vínculo de la paz”. Efesios 4:3. Pero ¿Cómo hacerlo? La palabra de Dios nos da consejos prácticos:
  •  Enfoquemos en lo que tenemos en común, no en las diferencias: Como creyentes compartimos un Señor, un cuerpo, un propósito, un padre, un espíritu, una esperanza una fe, un bautismo y un amor. Compartimos la misma salvación, la misma vida. Estos son los asuntos en los que debemos enfocarnos, no en nuestras diferencias personales. Debemos recordar que fue Dios quien nos escogió para darnos personalidades, trasfondos, razas y preferencias diferentes, de modo que podamos valorar y disfrutar esas diferencias, no meramente tolerarlas. Dios quiere unidad, no uniformidad.
  •  Se realista con respecto a tus expectativas. En cuanto descubrimos como quiere Dios quesea la verdadera comunión, es fácil desanimarnos por la diferencia entre lo ideal y la realidad en nuestra iglesia. Sin embargo, debemos amar a la iglesia con pasión pese a sus imperfecciones. “Tengan paciencia unos con otros, siento indulgentes con las fallas de los demás por su amor” Efesios 4:2. Las personas se desilusionan con la iglesia por muchas razones entendibles como conflictos, hipocresía, negligencia, mezquindad, legalismo y la lista puede continuar; pero en lugar de asustarnos y sorprendernos, debemos recordar que la iglesia está formada por pecadores de carne y hueso, incluyéndonos a nosotros mismos. Además, es imposible huir en búsqueda de la iglesia perfecta, porque no existe, ya que todas las iglesias tienen sus propias debilidades y problemas.
  • Decídete a animar más que a criticar. Pablo agrega que no debemos juzgar, despreciar a otros creyentes cuyas convicciones son diferentes a las nuestras: “¿Por qué criticas las acciones de tu hermano, porque intentas empequeñecerlo?”. Todos seremos juzgados algún día, no por las normas de otros, ni siquiera por las nuestras sino por el juicio de Dios. Romanos 14:10. Todo el tiempo que pasamos comparando o criticando a los otros hermanos debería ser utilizado para construir la unidad de nuestra comunidad. “Por lo tanto, procuremos que haya armonía en la iglesia y tratemos de edificarnos unos a los otros”. Romanos 14:19.
  • Niégate a escuchar chismes. Chismear es divulgar una información cuando uno no es parte del problema o de la solución. Escuchar los chismes es como aceptar algo robado, y te convierte también en culpable del delito. “El chismoso anda por ahí ventilando secretos, así que no andes con los que hablan de más”. Proverbios 20:19.
  • Apoya a tu pastor y a los líderes. No hay líderes perfectos, pero Dios les da la responsabilidad y la autoridad para mantener la unidad de la iglesia. Protegemos la comunión cuando honramos a los que nos sirven por medio del liderazgo. Los pastores y líderes necesitan de nuestras oraciones, estimulo, aprecio y amor. Se nos ordena:

Amados hermanos, honren a sus líderes en la obra del señor. Ellos trabajan arduamente
entre ustedes y les dan orientación espiritual. Téngales mucho respeto y de todo corazón
demuéstrenle amor por la obra que realizan. Y vivan en paz unos con otros”. 1 Tesalonicenses 5:12-13

Te desafío a aceptar tu responsabilidad de proteger y promover la unidad de la iglesia. Pon todo tu esfuerzo para lograrlo, no siempre será fácil, pero Dios nos ha puesto en la familia de una iglesia para aprender, amar y cuidar. Pregunta para considerar ¿Qué estoy haciendo particularmente para proteger la unidad de la familia de mi iglesia?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

  El divorcio entre los creyentes. Un día se le acercaron a Jesús los fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba, si le estaba permiti...