¡Por los siglos de los siglos gloria a Dios! Toda la creación elevará su voz para reconocer que Dios tiene el derecho legítimo de ser adorado. No habrá nada ni nadie que deje de reconocer la excelsa dignidad del Creador. ¹³"Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis 5:13) Esta adoración combinada hacia el Padre y el Cordero es un testimonio de la deidad de Jesús. El “que está sentado en el trono” es Dios Padre, el Cordero es Dios Hijo. Todo lo creado por Dios: los animales de la tierra y el mar; esto incluye a las personas que hayan muerto, como a los que estén vivos, creyentes o no y todas las criaturas celestiales; se unirán en este acto de adoración universal en el cielo y en la tierra. Por supuesto, habrá muchos que no lo querrán hacer por su propia voluntad, pero no tendrán otra opción que confesar y postrarse ante Jesús (Filipenses 2:10). No irás al cielo a menos que estés preparado para adorar a Cristo Jesús como Dios. Necesitas llegar a ello. Si  estás distraído en la noción de que él es solamente un simple hombre, o que es algo menos que Dios, deberás empezar en el principio; arrepiéntete. Él está dispuesto a perdonarte todos los pecados y olvidarse de ellos para siempre. Dichosos los que adorarán y alabarán en el cielo y que por siempre bendecirán al que por amor murió en una cruz para salvarnos. 

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